Vuelve el Rincón de Nimi: En mí
Dentro de apenas un mes cumpliré 36 años. Llevo tanto sin ponerme delante del papel para escribir algo coherente… y tanto más sin escribir de Alcadozo.
No escribir es malo para mí, por cómo soy, por quién soy, pero no es imprescindible para que Alcadozo siga en mí cada día, como siempre.
No pasa día de los que no estoy allí que no vuelva unos segundos.
Respiro hondo y me evado…
Y estoy en las calles desiertas de las 3 de la tarde de cualquier agosto, inundadas sin piedad por la luz del Sol.
Estoy sentada sobre una piedra, a la vera del camino, escuchando el concierto loco de las chicharras. Me concentro en la tela de araña que adorna la otra piedra junto a mí, y que cae, como el tapete en el sofá de la abuela, medio enredada sobre las diminutas conchas fósiles que sobresalen en otra hermana inerte.
Estoy tirando piedras a mis perros –Loma, Senda, Jara-. La carrera competitiva de las dos primeras me lanza olores de tierra y rastrojo en una mañana recién estrenada. La tercera trota un tanto y vuelve enseguida junto a mí, para regalarme sus atenciones y el tacto de su pelo bajo mi mano.
Y vuelvo. Abro los ojos, dirijo la mirada de nuevo a lo que más quiero, para seguir empleándome toda yo en amar con energías renovadas.
Cuando lo que más queremos duerme, entonces el viaje lo emprendo hacia adelante. Miro hacia los momentos que tendremos juntos, los tres, en Alcadozo.
Aquel ser al que más quiero tendrá su propio Alcadozo,
tan parte de sí, como lo es de mí.
Nieves Milagros M. G.