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La vida es como un terremoto,
que el que puede chafa al otro,
no mira si tiene razón o no,
el solo piensa en querer ser el mejor.
En el trabajo, en la oficina, en la,
política y en bastantes sitios más,
no seria mucho mejor que cada cual,
con lo suyo se debiera conformar.
Hasta en las mismas familias,
existe odio y rencor,
sabiendo que si se odia y se aborrece,
se vive mucho peor.
Por el poder y la fama,
somos capaces de todo,
hasta incluso de engañar,
esto servirá de poco porque,
todo lo que no sea justo en la vida,
un día se descubrirá.
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El que critica a una persona,
por quererlo difumar,
si no tiene ningún motivo,
se debería de calar.
En cualquier pueblo o ciudad,
puede haber una persona,
que sea noble e inteligente,
y si no nos cae bien,
lo solemos difamar,
cuando nos oye más gente.
Y el dicho casi siempre suele ser,
pero si es hijo de fulano,
ese qué puede ser.
El que quiere cobrar fama,
a costa de difamar,
debería de pensar un poco,
si con él hicieran igual.
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